sábado, 1 de enero de 2011

Primera entrada del año:

No se me ocurría poner otro nombre a esta entrada porque algo que resuma todo lo que quiero que me pase y lo que me ha pasado es... bueno, es difícil de explicar en cuatro o cinco palabras.
Ayer por la mañana, acepté a pedirle a Dani que me diera una clase: "De perdidos al rio" me dije. Pero la realidad es que aún no le he llamado.
Quiero que me de la clase, quiero estar segura en matemáticas y quiero conocerlo mejor. Pero hay algo que me para. Así que si se lo digo prefiero decírselo por un privado del tuenti, para evitar que mis padres oigan la conversación (¡menuda tonteria, esto de que mis padres escuchen la conversación! ¿Qué puedo decirle? "Oye Dani, ¿te importaría darme una clase?" Que lo interpreten cada uno como quiera...)
No os creáis que me no me costó decidirme a reconocer que quería que viniera a darme una clase, pero cuando conseguí convencerme no todo fue tan fácil: faltaba convencer a mis padres. A mi madre me costó menos convencerla, pero a mi padre... No sé qué le ve de malo en pedirle ayuda a Dani con las matemáticas. (¿O es que hay algo malo que yo soy incapaz de ver?)
Le dije que no entendía las matemáticas, que mi prima tampoco, y que la única opción que tenía era la de llamar a Dani para que me diera una clase.
Cuando oyó lo de llamar a Dani se levantó y empezó a buscar en la estanteria de la enciclopedia un libro sobre matemáticas. Lo encontró. Lo abrió. Y empezó a buscar lo que yo no entendía. Por suerte, tenía más de una duda y ese libro sólo pudo resolverme una. El resto, no. Así que tengo más de medio tema por resolver. Buff. Menos mal. Ahora que me había decidido a pedirle ayuda, va y mi padre me medio-soluciona el problema con la enciclopedia.

[...]

En la última noche del año, sólo pedí un deseo para el nuevo año que entraba. Me esforcé en cumplir cada uno de los ritos (aunque no creo en ellos profundamente, soy consciente de que cualquier ayuda por tonta que parezca puede venirme bien en esto, así que es lo único que podía hacer. Confiar en el destino. Confiar en la suerte del nuevo año. Confiar en mí misma): llevé algo rojo para celebrar la entrada del 2011, leí el horóscopo de lo que me deparaba en el nuevo año, me comí las 12 uvas, no crucé los pies mientras sonaban las campanadas, brindé con un anillo de oro en la copa, pedí un deseo...


Una Adolescente Soñadora ¿Supersticiosa?


MI OBJETIVO PARA EL 2011
Romper las reglas, amar, reir, perdonar y sobre todo no arrepentirme de nada que me haya hecho sonreir.

3 comentarios:

  1. A.S!!!

    Me encantó eso que hiciste en la última noche del año, creo que tienes razón, y es sólo vivir con la filosofía del Carpe Diem, es decir, vivir el presente como venga, aprovechando cada momento que el destino, las coincidencias o la vida misma nos mandan, espero que este nuevo año esté lleno de éxito en tu vida en todos los aspectos y ya verás que será un buen año para las dos..!!

    un abrazo enorme y mis mejores deseos para ti y para los tuyos!!! :)

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  2. Hola!! Espero que el 2011 te vaya genial! Muchos besos!

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  3. Vaya, cumpliste toda las tradiciones... veo que cuesta convencer a tu padre, pero ya que lo tienes todo decidido y al parecer controlado... pidele esa clase, aprovecha para que te explique lo que no entiendes y cuando termineis, saca algun tema de conversacion ameno, interesante. Habla pero tampoco le entretengas mucho al chico, no vaya a pensar que eres un poco pesada. Dale las gracias con una sonrisa y a ver que pasa... suerte.

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