miércoles, 10 de noviembre de 2010

Ser el centro de atención sin quererlo

Ayer, después de escribir la entrada del blog y estudiar un poco, me fuí al hospital. Habían operado a un familiar el día enterior y no quería que pasara más tiempo sin ir a verlo.
Entramos al hospital y subimos a la habitación doble: saludé a mi familia, que muchos habían ido a ver e intentamos no hacer mucho ruido en la habitación para evitar molestar a la señora que estaba en la cama de al lado.
Mientras estábamos allí, una enfermera entró a hacerle unos análisis a la señora de al lado y luego le quitaron varios goteros a mi familiar.
Yo intenté mantenerme en pie, lo prometo, e intentaba con todas mis fuerzas hacercarme a la pared más cercana y evitar no llamar la atención de nadie, pues la importante allí no era yo.
En eso, mientras intentaba mantenerme en pié, mi tía me dijo:
-"A.Soñadora, ¿Te estás mareando?"
Todos querían que me sentara en la silla más cercana, que bebiera agua y qué sé yo más. Mi madre cogió las cosas, se despidió rápidamente de todos y me hizo salir de la habitación para irnos lo más rápido posible a casa.

Genial, lo que me faltaba. Ahora, no sólo tengo fobia a la sangre y a las agujas, sino que también a los hospitales.

Una Adolescente Soñadora Mareada

1 comentario:

  1. guapa!
    a mí me pasó lo mismo hace poco al ir a ver a un amigo...y fue pero la vergüenza que pasé al sentirme el centro de atención que el mareo en sí!
    espero que ya estés bien, esa sensación no se olvida! yo llegué a desmayarme..
    un beso!

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