Las masas de nubes están ubicadas en Valencia: lleva dos días lloviendo. No llueve mucho pero llueve, deja de llover, vuelve a llover... Los centros comerciales se convierten en un lugar masificado en los días de lluvia y añadiendo las últimas compras se convierten en un sitio masificado de gente.
Hoy he ido a comer con Rosalie. Parece mentira lo mal que se llevan Bella y Rosalie al principio de la saga de Crepúsculo y lo bien que nos llevamos mi Rosalie y yo.
Hemos quedado sobre la una en un centro comercial. Al principio hemos dado una pequeña vuelta sin rumbo fijo sobre algunas tiendas y escaparates. Parecía que ninguna de las dos tenía nada qué decir.
Al final, nos hemos decidido a ir a comer a un buffet libre: cuando hemos llegado (algo pronto comparado con el resto de la gente) a comer no había mucha gente. Sólo unas doce mesas de cincuenta que debían haber más o menos. Hemos llenado nuestras bandejas y poco a poco nos íbamos animando a hablar sobre nuestras cosas: las Navidades, la Nochevieja, los deberes, las clases, nuestros compañeros, nuestras amigas... Mientras hemos rellenado nuestros platos varias veces. Hemos acabado riéndonos. Qué si nuestra anécdota en los baños y los grifos, que si es delirar o deliberar...
A las cuatro a venido Jessica y hemos ido al cine. No ha tardado en volver a contar su historia de nochevieja con el chico que le gusta. Asentía mientras la volvía a escuchar y se la contaba a Rosalie. Hasta que (le ha vuelto a faltar poco tiempo, igual que el otro día) ha sacado el tema de Nella: mañana viene con nosotras a tomar algo. A ver, no es que me importe mucho ya que la "genial idea" (en tono sacástico) fue mía. Pero no pensaba en qué se lo tomase tan al pie de la letra... En fín, debería haberlo pensado es Jessica. Ella no analiza las situaciones. No cae en los pequeños detalles.
Ahora estoy confusa: mañana iré, claro. No voy a dejar de no ir y más cuando Nella ya sabe que vamos a quedar. ¿Pero qué hago? ¿Le doy dos besos de seándole el típico: Feliz año? ¿Le digo un simple: Hola?

Buff. No había pensado en eso. Simplemente porque no pensaba que fuera a venir ni pensaba que Jessica se lo iba a decir tan pronto.

¡En qué papelones me meto!

Luego, me he tenido que ir al dentista (la revisión de los brackets, algun@s ya me entendéis lo que es eso de ir todos los meses a cambiarte las gomas y esas cosas). Llevaban retraso. Genial. Ya no he podido volver con mis amigas.
Tenía hora a las seis y media y he entrado a la consulta sobre las siete y media pasadas. Más de una hora esperando teniendo en cuenta que he llegado un poco antes de mi hora. Y luego, como ya no me daba tiempo a quedar me he esperado en la sala de espera a que mis padres se hicieran la limpieza. Así que mientras hojeaba revistas he tenido tiempo suficiente de comerme la cabeza sobre lo de mañana:
pase lo que pase, no se debe nombrar a Edward bajo ningún concepto.



¡Total, que al final he salido del dentista a las nueve menos cuarto!



Si ya se sabe, que cuando se tienen prisas... todo va lento.



Una Adolescente Soñadora Que Quiere Ser Rápida Como Un Vampiro.