lunes, 27 de agosto de 2012

El olvido de Cupido

Apenas quedan unos pocos días para que empiece septiembre y puede que sea precisamente eso lo que me quita el sueño. Me preocupa el hecho de que para todos a los que conozco, el verano a cambiado sus vidas sentimentales, de un modo u otro:
Alice, una de mis mejores amigas, tímida y despreocupada por su estado sentimental, ha encontrado a un chico al que le hace sentirse especial y con el que está pasando un verano inolvidable, que le está haciendo cambiar y hacer cosas impensables en ella hasta hace una semana.
Rosalie, ha pasado un verano estupendo en su pueblo, cerca del chico que le vuelve loca desde hace ya cuatro años. No ha entrado en casa ni un momento.
Roger, el chico del que os hablaba a principios de año, (ver aquí) y con al que decliné una invitación de ir al centro a comprar, se ha vuelto uno de mis mejores amigos desde que viajamos junto con toda la clase a Italia. Vale, reconozco que no me gusta como novio pero sí como persona y, lo cierto es que, también me gustaba que estuviera tan empalagoso conmigo. Me sentía importante. Como decía, Roger ha conocido a una chica en un viaje que ha hecho este verano que, casualmente, es de esta ciudad y con la que va en serio. Así que yo, únicamente, he pasado al cargo de celestina y ayudante sentimental.

¿En cuanto a mí?
Siento decir que mi verano no me ha cambiado nada en absoluto. Ni me ha influenciado ni marcado en algún hecho que me influencie (sentimentalmente hablando, obvio).
Viajé por mi cuenta para hacer un intercambio y, aunque he conocido a varias personas y me llevo genial con la chica del otro país, no he encontrado allí a nadie para la que yo sea especial o viceversa.
También he estado en Denia, donde no he conocido a nadie nuevo que pudiera marcar mi corazón. Apenas me he despegado de mis padres. Bueno, solo salí junto a la chica de intercambio la última noche con un chico de mi clase y sus amigos, tras haberme insistido bastante en que saliera con ellos. Lo reconozco, el chico más guapo de mi clase, del que ni si quiera se podría decir que somos amigos. Al enterarse mis amigas empezaron a cotillear y a decirme que seguramente quería algo conmigo porque a ellas nunca les había invitado a ningún sitio ni les había pedido el número de móvil. A las tres horas los perdí de vista y nos quedamos mi amiga extranjera y yo bailando y dando tumbos por la discoteca hasta que nos fuimos a casa mientras le mandaba un whatsapp a mi compañero de clase despidiéndome de él.
A los pocos días, quedamos con una de las que pensábamos que era una de las mosquitas muertas de la clase (pero a su vez, la más guapa de mi clase) y nos dijo que llevaba más de dos meses con un chico mayor que ella. Y ella misma, al enterarse de que habíamos salido con el chico más guapo de clase, nos dijo que estaba colado por una de sus mejores amigas, también de mi clase. Cosa que he podido comprobar.
A todo esto, hay que añadir que a Dani le han aprobado la beca erasmus y en unos días se va durante un año al extranjero. Y no me he enterado por él porque hará aproximádamente cinco meses que no hablamos ni nos vemos. 

Así que ya veís, para mis cuatro mejores amigos el verano les ha influido sentimentalmente el verano. Han encontrado a alguien. Han descubierto un sentimiento nuevo del que a su vez han sido receptores. Pero yo no. No he encontrado a nadie y no sabéis lo que duele ver que las vidas de las demás personas avancen mientras que la propia se ha quedado estancada desde hace meses. Parece que mi corazón se tomó demasiado en serio eso de que estoy de vacaciones. Eso o... Cupido se ha olvidado de mí.

2 comentarios:

  1. ¡No tienes que verlo así! No todo gira en torno al amor, yo creo que tu vida y las de tus amigas van por caminos distintos, nada más. Tú también has dado grandes pasos este verano, como el intercambio, que a mí me parecen igual de importantes. Me encantaría poder hacerlo pronto yo también, y comprobar si soy capaz de desenvolverme en una situación tan distinta de la que estoy acostumbrada en mi entorno.
    Además, por las fechas y el punto en el que estás, yo veo que en septiembre puedes comenzar con algo interesante, ya no hablando del amor, si no de algún interés particular... Y sobre todo, no es bueno que pienses demasiado en esos temas amorosos, te lo digo por experiencia propia: cuanto más deseas algo, menos probabilidades hay de que ocurra. Es mucho mejor dejar que las cosas sigan su curso, y cuando menos te lo esperes llegará tu príncipe azul :D
    ¡¡Un abrazo!!

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  2. Hola Inma! Gracias por comentar!
    Tienes razón, la experiencia del intercambio ha sido alucinante y es algo que me ha aportado mucho como persona, a nivel de madurez e independencia, para saber resolver mis propios problemas y sí, sé que cuanto más lo deseas, menos posibilidades hay pero también es cierto que me encantaría experimentar ese sentimiento.
    Un abrazo! :)

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