miércoles, 16 de diciembre de 2009

Parece que poco a poco me tendré que ir acostumbrando a esta nueva situación. Pero sé que podré soportarlo, está claro que prefiero que todo se solucione pero que aunque me quede sola en esto no todo está en mi mano.
Pero me importa bien poco lo que piense sobre mi, todo sea dicho.
[...]
Hoy está lloviendo.
He tenido una mañana en clase normal (me refiero a las clases, no a mis "supuestos" compañeros).
A la una y diez nos han repartido las notas: he tenido bastante buenos resultados pero podrían haber sido mejores. Algo mejores. Mucho mejores.
Pero me quedan dos evaluaciones y la final, aún tengo tiempo de rectificar. Creo que esto que me está pasando desde hace unos 15 días me va a servir para centrarme más y ser más responsable y madura. Voy a centrarme en los estudios, en estos primeros exámenes de la segunda evaluación y en Navidades... En Navidades quedaré algún día con mis amigas, para no levantar sospecha a mis padres. Para demostrar que estoy bien. O al menos aparentemente.
Y luego estudiaré lo que tenga para la segunda evaluación. Me prepararé bien los temas de las asignaturas más flojas y repasaré las demás hasta que consiga olvidarme de todo esto.
¿Pero qué estoy diciendo?
Estoy volviendo a planear mi vida, pero prefiero planearla y protegerme. Autoprotegerme. Porque si no lo hago yo en esta situación, nadie lo va a hacer por mí.


Una Adolescente Soñadora Que Prefiere La Monotonía De La Vida A Los Grandes Sobresaltos.

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